El juicio de los 7 de chicago

Siempre debe haber una película como esta para las entregas de premios, un drama basado en hechos reales, que contenga un mensaje político y social, que este grabada de una forma muy familiar, con una iluminación algo cálida, que transmita al espectador esa sensación de realismo y esperanza y por supuesto, algunas estrellas que llamen la atención junto a un comediante que demuestre que también puede hacerlo bien en el drama. Este tipo de películas varían en cuanto a calidad, pero sabemos que por lo que duren por lo menos serán entretenidas, pues condensan un hecho histórico de forma muy liviana para los espectadores; es la clase de películas que un día algún maestro o maestra de secundaria pondrá a sus alumnos.  

En esta ocasión Hollywood adapta el juicio al que se vieron sometidos ocho activistas sociales a finales de los años 60 por una protesta en contra de la guerra de Vietnam que se salió de control y en la cual a los dirigentes de varias organizaciones ciudadanas se les culpo por disturbios que los mismos policías iniciaron y terminaron de manera violenta cometiendo varios atropellos a los derechos humanos de los manifestantes.  

De la mano del director Aaron Sorkin, más conocido por  el guion de la película “Red social” del año 2010, con un elenco más que interesante: encabezado por el ganador al Oscar Eddie Redmayne, Sasha Baron Cohen, Josep Gordon Levitt, Yahya Abdul-Mateen II, Frank Langella, una breve pero gran participación de Michael Keaton y otros varios se nos da para esta cuarentena una película de poco más de dos horas en la que poco a poco vamos viendo cómo se desarrolla el juicio en contra de 8 activistas al principio para pasar a ser 7 luego que Bobby Seale, líder de “Los Pantera Negra” fuera separado del juicio, todo esto a la par que vemos como se desarrollaron los hechos.  

La película es buena, entretenida, y logra que se empatice con los activistas, claro, siempre y cuando se tenga una perspectiva más cercana al de los movimientos sociales, pues es verdad que la película puede ser considerada muy de izquierda, demasiado inclinada hacia los 8 activistas que fueron injustamente enjuiciados por el gobierno de los Estados Unidos en un juicio mal llevado por el Juez Hoffman. La película no plantea ningún debate, es claro que está a favor de los 7 de chicago, a los cuales retrata como muy buenos, muy justos, desinteresados, demasiado americanos y al juez como un hombre muy autoritario, demasiado duro, racista y al servicio de los intereses políticos de Nixon. Es claro que la película pudo ser más neutral, y le hubiese hecho un gran favor, pues el guion es algo flojo, pues tampoco se da a la tarea de recrear en detalle las manifestaciones, la estancia en el parque y la represión a la que fueron sometidos, así tampoco te mete en contexto de el por qué se debía terminar la guerra, pues de nuevo, la razón que se menciona es muy Americana, en el sentido que la razón es la vida de los soldados Estadunidenses, lo cual no es poca cosa, pero en ningún momento se mencionan los atropellos en contra de los vietnamitas y menos se atreven a cargar completamente contra Nixon.  

Como mencionamos, es una película disfrutable, y sabe hacer asimilable y poco aburrido un juicio, así como entrega una buena y divertida interpretación de Sacha Baron Cohen, aunque Redmayne es seguro que sea premiado por los críticos, ya que hay una escena en que logra entregar una buena dosis de drama, acompañada de un buen montaje.  

El juicio de los siete que esta diseñada para colocarse dentro de los contendientes para los premios Oscar si bien logra ser interesante, su finalidad de ser dirigible se queda corta con su contenido, pues empieza a forzar o sobre dramatizar algunas cuestiones y por ende polariza a los bandos en demasía. En este sentido hubiera sido mucho mas interesante el desarrollo de los matices entre los mismos acusados pues es ahí donde se demuestran algunos destellos del guion, y debido a que esta retratando sucesos de la vida real, y que dentro de los movimientos sociales al no ver una unicidad de como dar solución al conflicto es ahí donde en algunas ocasiones los movimientos sociales se disuelven.  

La película, aunque disfrutable (muy forzadamente) sin duda tiene altibajos, brilla por sus diálogos, pero no tanto por su narrativa, y se demuestra por el poco tiempo que se les dan a los hechos por los cuales están siendo acusados los 7 de chicago, y es por estas razones que la película se va por la segura, por reunir algunos elementos que le valdrán para contender en la temporada de premiaciones, siendo esta misma cuestión lo que limita en su carácter propositivo, aunque por otro lado podría verse relegada como una simple película con un formato muy televisivo.  

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