Cobra kai. Buscando el equilibrio

Se dice que el karate tiene sus orígenes en Okinawa, Japón, está basado en algunas artes marciales chinas y en otras disciplinas del sureste asiático. Debido a un periodo de continuos enfrentamientos bélicos en los que se vio involucrado Japón las artes marciales fueron incluidas en el entrenamiento militar de ese país. Llegada la segunda guerra mundial muchos miembros de las fuerzas militares norteamericanas comienzan a aprender y practicar Karate en Okinawa y en algunas otras partes de los países Asiáticos, terminado el conflicto bélico, algunos de estos militares que lograron aprender karate comienzan con la apertura de escuelas de karate en Estados Unidos, este hecho llamo la atención de los mismos japoneses al grado de comenzar a migrar hacia occidente para probar suerte con la enseñanza del karate.  Con el paso del tiempo este hecho no sería cuestión menor y llamaría la atención de Hollywood, siendo en 1984 cuando llega a la gran pantalla Karate Kid. 

Karate kid marcaria toda una época dándole mayor popularidad al Karate prácticamente en todo el mundo. La película estaría dirigida por John Avildsen (ganador del Oscar por Rocky de 1976) y relata la historia de Daniel LaRusso (Ralph Macchio) el cual se muda a un suburbio de los Ángeles, California y comienza por enfrentar las vicisitudes de ser una persona nueva dentro de un lugar desconocido. LaRusso es invitado a ir a la playa donde conoce a Ali (Elizabeth Shue) con la que coquetea, durante una charla son interrumpidos por su exnovio Johnny Lawrence (William Zabka), Johnny intenta platicar con Ali, pero esta lo rechaza a lo que Lawrence reacciona agresivamente y es tratado de tranquilizar por LaRusso lo que da inicio aun conato de bronca donde sale derrotado LaRusso, este hecho da origen a una gran y extensa rivalidad entre Lawrence y LaRusso.  

El conflicto avanza LaRusso sigue acercándose a Ali y jugandole bromas a Lawrence mientras que este sigue tratando de proporcionarle una golpiza, en uno de esos intentos Daniel es acorralado y es salvado por el señor Miyagi (Pat Morita) un Japones originario de Okinawa, el cual es un veterano condecorado de Guerra y en ese entonces era el encargado del mantenimiento del edificio donde vivía LaRusso.  

Lawrence es practicante de karate miembro de Cobra Kai, en el cual funge como sensei John Kreese (Martin Krove), a sabiendas de esto Daniel pide a Miyagi que le enseñe karate, este acepta y tras un encuentro en el jodo de Cobra Kai, Kreese y Miyagi pactan que sus pupilos se enfrenten en el torneo de Karate de All Valey. Ambos estudiantes avanzan hasta la fase final del torneo, con esto tendremos a un Johnny Lawrence ansioso de venganza por lo sucedió con Ali y un LaRusso el cual llegaría con una lesión en la pierna, la batalla culmina con la famosa patada que le da el triunfo a LaRusso.  

La película cuenta con una narrativa lineal la cual funciona bastante bien, la fotografía es un buen agregado de la misma película y ofrece buenos encuadres aprovechando la luz natural en algunos casos como cuando Miyagi practica la “gruya” en la playa, de esta manera uno de los rasgos sobre salientes de la película es la actuación de Pat Morita, pues en este personaje además de descansar la parte de comedia, también se encuentra la profundidad del karate como filosofía. Así mismo los métodos de enseñanza tanto de Miyagi como de Kreese le da un gran trasfondo a la película y este hecho será retomado y profundizado en la serie que funciona como secuela de la historia.  

Cobra kai recupera la historia de estos personajes treinta y cuatro años después, narra los efectos que tuvo la confrontación final entre LaRusso y Lawrence, nos relata la historia del vencido y el vencedor, aportándole mayor profundidad a los personajes, principalmente Lawrence pues la primera temporada se enfoca en desarrollar partes del pasado de Jhony, lo que ayuda a comprender las motivaciones de este personaje y por qué este llega a desarrollar la personalidad que tenia en la primera cinta de Karate Kid.  

Hablando de esta, la serie utiliza fragmento de la trilogía original en forma de flashback, lo cual funciona muy bien, sobre todo tratando de conseguir publico nuevo y conectar con nuevas generaciones que probablemente conocen muy poco de la trilogía original. La serie al igual que la primera cinta de karate kid tiene una narrativa sencilla, lo que le ayuda a evitar complicaciones y se enfoca en el desarrollo de los personajes principales así como en poder adentrar a nuevos personajes.  

Respecto de estos tenemos a los que de entrada se manejan como los sucesores de la rivalidad o bien en quienes desemboca la misma y que por diversas circunstancias contribuyen en aumentar el antagonismo entre los protagonistas. Por un lado, tenemos a Miguel (Xolo Maridueña) un inmigrante ecuatoriano (que en realidad parece más mexicano y que solo muestra el arquetipo de lo que representa un personaje latino para la mirada de Hollywood) el cual sufre bullying y que al igual que LaRusso en la primera cinta de Karate Kid tiene que enfrentar las dificultades de ser nuevo en un lugar. 

A lo largo de la primera temporada muestran a Miguel como un personaje sin malicia, un personaje que muy probablemente esta muy influenciado por sus valores familiares; Miguel que pese sufrir bullying este no pierde la cordura y ve en el karate un medio de poder defenderse. Por otra parte, tenemos a Robby (Tanner Buchanan) quien por diversas circunstancias familiares se ha convertido en una especie de delincuente.  

Así sucesivamente se van presentando los personajes que de apoco irán adentrándose tanto en el bando de Lawrence como de LaRusso. Entre los que podemos llegar a mencionar Halcón (Eli Moskowitz) quien sufre cambios considerables tanto en su personalidad como en su apariencia física. También tenemos a Samantha LaRusso (Mary Mouser), quien durante la primera temporada representaría a la típica adolescente de las series Norteamericanas.

La primera temporada tenia un verdadero reto, pues tenía como misión apelar a ese público que disfruto de la trilogía de Karate Kid y por otra parte buscar conectar con nuevo público. Si bien mucho se ha mencionado que Cobra Kai es más la visión de la historia de Jhonny Lawrence, me parece que es más bien la ampliación de la mirada sobre la historia original, la cual logra darles un trasfondo mayúsculo a los personajes principales originales, esto aunado a puntos de giros un tanto interesantes logran crear una especie de nueva rivalidad entre los pupilos mas sobre salientes tanto de Lawrence como de LaRusso. La primera temporada de Cobra Kai apela a la nostalgia, pero también tiene una buena propuesta en el desarrollo de personajes por lo que logra mantener al espectador conectado con la historia original y logra que se desarrolle cierto interés por los nuevos personajes. A su vez enmarca de buena manera ese choque entre generaciones y el como han cambiado de los discursos de una generación a otra. La primera temporada logra un buen equilibrio, entre sus personajes, le da el tiempo debido al desarrollo a cada uno, y aunque el final no tiene un climax narrativo importante si deja una buena base para seguir desarrollando la serie.  

La segunda temporada de Cobra Kai continua con el desarrollo del antagonismo entre el bando de Lawrence y LaRusso, agregando el regreso de un personaje que es crucial en la vida de Lawrence, lo cual también es buen agregado, pues implica un reto para mismo Lawrence, el cual tras los sucesos del combate entre Miguel y Robby en el torneo de All Valley comienza por tratar de realizar ciertas modificaciones a su metodología de enseñanza.  

Durante esta temporada la rivalidad se ira desarrollando principalmente en los personajes femeninos antagonistas, lo cual para la serie tiene sus ventajas y desventajas, pues tanto Mary Mouser (Samantha LaRusso) y Peyton List (Tory) logran impregnarle cierto sello a sus actuaciones; el problema surge en el desarrollo de la rivalidad entre estos personajes, pues por momentos la serie se siente como otra tipa serie de adolescentes estadounidenses, lo que vuelve a la serie un tanto lenta y predecible.  

La segunda temporada de Cobra Kai trata de llegar a un público nuevo por lo que mayormente centra su atención en el desarrollo de la rivalidad entre los personajes secundarios, cada uno de estos personajes entrara en cierta enemistad con algún personaje del otro bando, quizá la única que sale sobrando es el personaje de Robinson pues ella en sí no tiene un rival clara dentro del grupo contrario por lo que este personaje se queda en el limbo y deja de aportar cosas a la  serie, cuestión que pasa con el resto del reparto de adolescentes pues únicamente figuran para tocar brevemente temas sociales y para poder enfrentar a los diversos bandos en situaciones que los puedan o los lleven a la confrontación.  

La segunda temporada sin duda es salvada por el último capítulo de la temporada pues en este encontramos el climax narrativo de la temporada, este capítulo está lleno de acción y aunque por momentos los combates se sienten torpes funcionan bastante bien, así mismo este último capítulo deja cimientos interesantes para la entrega de una tercera temporada.  

En síntesis, Cobra Kai es una muy buena serie, que apela a la nostalgia pero que en su búsqueda por actualizar la rivalidad tiene aciertos y desaciertos, demuestra las consecuencias que puede tener la derrota o la victoria (según sea el caso), del como es vivir sin poder soltar las cosas, le da un buen trasfondo a sus personajes principales sobre todo a Lawrence pues LaRusso por partes se siente como un personaje acartonado y la actuación de Ralph Macchio no es lo suficientemente buena.  

A lo largo de la serie se puede entre ver como el entendimiento de ambos personajes principales de lo que representa el karate choca con la realidad y no se ajusta a ella, teniendo resultados desastrosos para algunos personajes y provocando que el conflicto de años termine afectando a otras personas, de esta manera y como diría el señor Miyagi: “no hay malos estudiantes sino malos maestros”, es por ello que a lo largo de la serie se muestra como los personajes principales son capaces de superar sus diferencias y llevarse bien, demostrando de esta manera que el verdadero conflicto siempre ha estado al interior de Cobra Kai, existiendo incluso cierta división en el mismo, pues me parece que tanto Miguel (que representa lo que puede llegar a convertirse Cobra Kai) y Halcón (quien es el representante del legado de Kreese) viven de maneras distintas el Karate. Me parece que el terreno esta puesto para tener una tercera temporada interesante, pero la serie debe encontrar el equilibrio entre lo plasmado en sus dos temporadas pasadas, lograr encontrar un buen ritmo narrativo, conservar las cosas que ha estado haciendo bien hasta el momento y soltar lo que la serie y la historia ya no necesita.  

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