El diablo a todas horas. El infierno son los otros.

¿El ser humano es bueno o malo por naturaleza?, Rousseau y Maquiavelo son seguramente los dos personajes filosóficos principales a los cuales recurrimos cuando tratamos de dar una respuesta o por lo menos para apoyarnos a la hora de presentar una postura. El primero, Rousseau, decía que el hombre es bueno, pero que es la sociedad quien lo corrompe, mientras que Maquiavelo afirmaba que el hombre es malo y que se le debe llevar por el buen camino. Pero también hay otra postura, más antigua, más popular y no menos interesante, el hombre y la mujer eran buenos en su ignorancia en el edén, y fue satanás quien con engaños los hizo comer del fruto del conocimiento, y fue entonces que el mal toco la obra del señor.  

La película estrenada el 16 de septiembre del 2020, “El diablo a todas horas” como fue titulada en español, ofrece nuevamente este debate acerca de la maldad, de la violencia y los asesinatos. La película se compone de varios frentes, varias historias que al final se conectan de forma violenta, al más puro estilo de “Pulp fiction” (1994), teniendo como eje principal a un joven de nombre Arvin Russel, interpretado por Tom Holland, el cual aun a pesar de no demostrar una naturaleza malvada como si podría verse con los otros personajes, acaba bajando al mismo nivel que ellos. A Holland lo acompañan otros actores y actrices del momento, Bill Skarsgård como el padre de Arvin, un ex militar que encamina a su hijo a la violencia, Sebastian Stan como un alguacil corrupto, Robert Pattinson como un predicador degenerado, Mia Wasikowska que interpreta a una mujer que es asesina por su esposo, Harry Melling, un fanático religioso y otros más que forman parte del miso pueblo y que demuestran que un pueblo chico siempre es un infierno grande.  

La película esta basada en la novela de Donald Ray Pollock, quien de hecho sirve como el narrador de estas historias. Su novela, como ya hemos dicho son varios relatos que se van conectando, iniciando con dos matrimonios, el primero, el de un ex militar que regresa a su pueblo luego de la segunda guerra mundial, encontrando el amor con una camarera que conoció el mismo día de su retorno, mientras que el segundo se da entre quien era la mujer escogida para él por su madre, pero que termina enamorada de un fanático religioso. Por circunstancias que no queremos contar ambos matrimonios terminan fatídicamente, y los hijos de cada pareja terminan con los tíos de Arvin, el hijo del ex militar y la camarera. Así los niños crecen como germanos, Arvin y Lenora, siendo ella, al igual que su madre una mujer devota, pero que al igual que ella cae presa de un religioso bastante zafado, un nuevo pastor interpretado de gran manera por Robert Pattinson, que sigue demostrando que lejos ha quedado del papel del vampiro que brillaba. El ultimo frente esta conformado por una pareja que gusta de subir desconocidos a su auto fingiendo ayudarlos para después asesinarlos y tomarse fotografías con los cadáveres; de esa pareja, el sherrif Lee resulta ser el hermano de la mujer, Sandy, un policía corrupto y poco eficiente que a pesar de saber los crimenes de su hermana termina protegiéndola.  

La película es muy realista en el sentido que los crímenes y asesinatos no son algo fuera de nuestra realidad, y en algunos casos estos son propiciados más por el contexto que por las decisiones de los personajes, aunque también vemos lo más bajo de la humanidad, la degeneración y la estupidez. El título, por tanto, más que hacer referencia al personaje antagonista de la biblia sirve como un símbolo de la vida humana, pues “el diablo” más que un personaje concreto, es la vida misma, la cual no es linda, no es fácil y muchas veces lleva a todas y todos al abismo, pues el protagonista es llevado a tomar ciertas decisiones, motivadas por la venganza, el amor y la supervivencia y si bien no puede ser tomado como alguien malo, tampoco puede tomarse como una simple víctima, así que ni bueno ni malo; o al menos es una de tantas interpretaciones que se le puede dar a la película.  

El diablo a todas horas cuenta con grandes actuaciones y un gran reparto, la voz en off funciona como una gran agregado, la fotografía logra mostrar los paisajes sureños estadounidenses y junto con la música crean una atmosfera frívola funciona bastante bien con el desarrollo de la película, todos estos elementos hacen del diablo a todas horas un buen ejercicio que sin duda estará en la lista de las mejores películas de este año y con ello abriéndole la posibilidad de contender en la temporada de premiaciones del próximo año.  

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