La madre del Blues. Por los Oscar.

Actuaciones en su máxima expresión, una denuncia social, música, o, mejor dicho, Blues. ¿Qué más se pude pedir? ¡Ah claro!, la última película en que participo Chadwick Boseman. Ma Rainey’s Black Bottom o La madre del Blues como fue nombrada en español, es una película de drama basada en la obra de teatro homónima sobre Ma Rainey en una sesión bastante tensa.  

Ma Rainey es una de las grandes influencias para la música actual, pues su aportación no solo es al Blues, y si bien esta película no es propiamente biográfica, pues no se centra en su vida, sino más bien en una sesión de grabación, nos parece que logra exponer a partir de monólogos largos (muy propios del teatro) la personalidad y creencias de la llamada madre del blues. La película, de solo hora y media nos presenta a Ma, su pareja, sobrino, su banda y a unos productores musicales. Con tan solo lo anterior y básicamente dos escenarios logra exponer a los personajes, parte de su historia, motivaciones, todo esto dentro de un marco social.  

La película claramente es una denuncia en contra de la segregación racial, de todos los abusos en contra de las personas de piel negra y los robos a los que se han visto sometidos. Es difícil hablar de esto sin entrar en spoilers, pues todo lo anterior es el centro del largometraje; no hay historia más allá, no es la vida y obra de Ma o su banda, no es un Bohemian Rhapsody, es una serie de monólogos en los que sobre todo la banda expone su niñez, o su forma de ver la vida, sus creencias y su sentir hacia los blancos. El monologo más notable es el del fallecido Chadwick, que en pocos minutos nos deja ver la psique de su personaje y da justo el mensaje que estados unidos y el mundo necesita, pues denuncia uno de los tantos atropellos que han sufrido las personas negras; y para el final, el director, George C. Wolfe da otro igual de grande.   

Como decimos, no hay mucho que se pueda decir sin entrar en spoilers, pues es una película para reflexionar, y reflexionar también la música, los mensajes políticos, de odio y separación. Sin duda nos recuerdan que la música, los juegos, el tiempo libre, no es no solo un derecho, sino también un triunfo y que debemos seguir luchando por ello. Así también nos invita a conocer la historia y cuestionarla, pues nos hemos perdido de los orígenes, y esta película es un balde agua que nos recuerda que aquello de lo que las elites se burlaban y despreciaban termino siendo robado, maquillado y vendido por ellos.  

La cinematografía es algo extraña, no en un mal sentido, sino porque se siente demasiado teatral, y es justamente su mayor virtud y defecto. Aun no sabiendo que se basa en una obra de teatro, se siente justo como eso, especialmente en los largos monólogos que tienen los personajes, o en su interacción. La cámara de igual forma se dedica a seguir a los personajes, envolviéndolos y acompañando sus palabras. Como decimos es extraño, porque en el cine se acostumbra a mostrar, no contar, sin embargo, aquí funciona, no deja de ser muy teatral, pero va bien. Finalmente, es a notar que habrá por lo menos dos nominaciones seguras a premios, el de Viola Davis, que interpreta a Ma y la actuación de Chadwick que hace de un trompetista rebelde, sufrido y bastante temperamental.  

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