One Piece. La historia sin fin.

Una obra que lleva más de 20 años publicándose semanalmente tanto en su versión impresa como animada, que cuenta con un récord Guinness por cantidad de copias vendidas, que ha superado en Japón a colosos de la animación como Dragon Ball y Naruto y que para finales del 2020 o inicios del 2021 llegara al capítulo número 1000 en manga. Ha llegado por fin esta serie a México sin censura y con un nuevo doblaje, ¿Pero en verdad es tan buena?, ¿vale la pena gastar tú tiempo en una serie con aspecto tan infantil? Pues bien, no hay una respuesta concreta, pero en los sucesivo daremos algunas claves del porqué de la popularidad de esta serie para que sepas si darle o no una oportunidad.  

La trama es curiosa, pues es tan absurda como brillante, ya que en líneas generales es la historia de un joven de 16 años que tiene el sueño de ser el rey de los piratas, pero no solo eso, es un pirata que se estira y no puede nadar. El plot no es atrapante, es ridiculo, y el estilo de arte es a simple vista muy infantil, pero es solo el cascaron, y decimos que es brillante porque a pesar de todo eso ha logrado a partir de su plot tan extraño mantenerse en gusto del público nipon. One piece pertenece a la demografia “Shonen”, que significa “joven” en japones, y precisamente esta dirigido a adolescentes varones. La serie no ofrece ni pretende ofrecer una historia adulta y compleja, la editorial en la que se publica, “La shonen Jump” tampoco lo permitiría, para eso existen otras revistas que ofrecen ese tipo historias, pero aun con eso el autor, Eichiro Oda, se las ha arreglado para tener control de su historia, y de ofrecer un mundo tan complejo como le es permitido, pues las subtramas son el punto fuerte de la historia.  

Todo parece comenzar con Gold Roger, el rey de los piratas, el cual fue ejecutado por “La Marina”, la cual esta al servicio del Gobierno Mundial. Cuando Roger estaba a punto de ser ejecutado se le pregunto por su tesoro, a lo que él respondió: “-Mi tesoro, si lo quieren vayan a buscarlo, lo deje todo en ese lugar…”, y con esas palabras se dio comienzo a la era de los piratas. La historia continua con Monkey D. Luffy, un joven que un día comió una misteriosa fruta, conocida como “La fruta del Diablo”, lo que lo convirtió en un hombre de goma, pero a cambio le quito la capacidad de nadar pues al entrar en contacto con el agua salada pierde sus fuerzas. A sus 16 años Luffy decidido salir de su pueblo natal para formar su tripulación pirata y lograr conseguir su sueño, ser el rey de los piratas. Así en esta primera temporada, Luffy tendrá que salir del “east blue”, uno de los cuatro mares de su mundo, el más débil, para poder realizar su sueño, pero para ello primero tendrá que ir reuniendo compañeros leales y fuertes, además de enfrentar las primeras de muchas amenazas, todo para entrar al “Grad line” y comenzar su aventura. 

De antemano la serie carga con varios prejuicios, el primero es que la serie es muy larga, y es verdad, ya dijimos que la misma se acerca a su capítulo mil, pero por suerte (o no) Netflix ira sacando tandas, siendo la primera de solo 61 capítulos, los cuales abarcan la primera saga, la del “east blue”, la cual sirve como una especie de prólogo, y a nivel narrativo sirve como la presentación del protagonista, de sus primeros compañeros, la muestra de sus personalidades y de sus metas. Es una serie larga, sí, y por ello se puede dar el lujo de tomarse su tiempo, de presentar en forma a casi todos sus personajes y contar su pasado, por lo que siempre acabas comprendiéndolos y encariñándote de cierta forma. Aunque también hay que decir que en este lapso es cuando la serie va más rápida, en tan solo 61 capítulos ya había reunido a 4 de los 9 tripulantes que ahora tiene, pues en este punto el autor afirma que planeaba terminar toda la historia en tan solo 5 años, pero conforme paso el tiempo se fue adentrando en más detalles, lo cual consumió varios capítulos dando una serie más basta pero igualmente más larga.  

Así mismo, gracias a su holgura puede presentar a su mundo, pues literalmente es un mundo que aun hoy guarda muchos secretos. El mismo se compone en casi toda su totalidad de agua e islas, pero tiene también una gran franja de tierra llamada “red line” que divide a los mares. La historia poco a poco va tomando una formula, llegar a una isla, pelear, hacer amigos, e irse a la siguiente a hacer lo mismo, pero el autor se las ha arreglado para que en cada isla haya mucho que descubrir y nuevos misterios que resolver a futuro. Existen un sinfín de razas, que van desde los hombres pez (Gioyin), a los humanos, gigantes, brazos largos, tontatas, etc., cada una con su historia, características y situación política y social que no hacen más que enriquecer la historia, esto porque una vez que se termina la visita su isla no se congela su historia, seguimos viendo que cosas relevantes suceden, estén ahí o no los protagonistas. El autor es meticuloso, es ordenado y no deja nada al azar, aun lo más insignificante en un diseño o dialogo puede guardar relación con una subtrama que no vendrá hasta 100 capítulos después, le gusta y sabe muy bien como enlazar todo para que parezca que todo está planeado.  

Otro de los argumentos que se usan para no ver la serie es que su dibujo es muy infantil, prejuicio poco atinado, aunque a todas y todos quienes ahora gustan de esta serie les paso. El dibujo es particular, y en muchas ocasiones bizarro, en el sentido anglosajón de la palabra, pero en ningún momento se le puede tachar de malo, al contrario, la distribución de paneles, uso de sombras y dobles hojas han sido perfeccionados por su autor alrededor de estas dos décadas. Nada se parece a One piece y eso es bueno, pues logra dejar su sello particular, además que el dibujo tan “sencillo” sirve en la animación para hacerse más fluida pues, aunque esta falla muchas veces, no hay que olvidar que la casa animadora es la amada y odiada Toei animation, cuando tiene que brillar vaya que lo hace.  

Finalmente está el prejuicio más general, el que no te guste el anime. Eso es válido, y da para un análisis mayor si se quiere, pero nosotros nos preguntamos si por una cuestión meramente subjetiva como la descalificación a un tipo específico de medio evitara que disfrutes de una obra divertida, entrañable, con grandes peleas y una muy buena banda sonora.  

¿Si le decimos que para más avanzada la obra lo de menos es saber si Luffy será o no el rey de los piratas y lo que a los fans importa es saber que esconde detrás el One Piece, pues se duda que sea un tesoro material y más bien esconde una historia de un pueblo antiguo que fue destruido al punto de dejarlos en el olvido para imponer un gobierno autoritario, y que a la par de la historia del protagonista se esta gestando un movimiento revolucionario que busca derrocar al llamado “Gobierno Mundial”, entonces despertaría su interés? Justamente eso y más ofrece esta obra, la cual es más que recomendable.  

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